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James Vernon Taylor nació el 12 de marzo de 1948 y es un cantautor y guitarrista. Nació en Boston, Massachusetts.

La carrera de Taylor comenzó a mediados de los años 60, pero encontró su público a inicios de los 70 cantando canciones acústicas suaves y sensibles. Taylor fue parte de una ola de cantautores suaves de ese tiempo, donde podemos incluir a Carole King, Joni Mitchell, John Denver, Jackson Browne entre otros. También podemos encontrar a Carly Simon dentro de esta ola, con quien se casó más tarde. Es un músico talentoso y multipremiado inclusive por la Casa Blanca. Aunque en América Latina no se escucharon muchas de sus muchísimas composiciones, en Estados Unidos, Canadá y Europa siguen siendo muy solicitadas. Músicos de la talla de Steve Gadd y Carlos Vega los han acompañado en sus grabaciones y en sus conciertos en vivo que además se han caracterizado por ser muy positivos.

Su álbum de 1976 Greatest Hits ganó la certificación diamante de la RIAA y vendió más de 11 millones de copias. Taylor ha mantenido un gran público en los años 90 y 2000 tras la reedición de algunos de sus éxitos más vendidos y premiados.

En el año 2009 realizó una aparición en la película Funny People junto a Adam Sandler, Seth Rogen y Leslie Mann.

Las canciones de este músico, cantante y excepcional compositor son melancólicas, frágiles, a veces incluso oscuras; sin embargo el sentido del humor y el gusto por el absurdo siempre están presentes en su trabajo. James Taylor, a pesar de no ser muy conocido en España, es uno de los artistas más influyentes de la historia de la música. Ha vendido más de 40 millones de copias de sus más de 20 discos (de ellos 17 en estudio) a lo largo de una carrera que empezó en diciembre del 1969 con el álbum titulado James Taylor. Su primer recopilatorio, Greatest Hits (1976), vendió más de 10 millones de copias.

La influencia de Taylor sobre la música contemporánea es incluso mayor: el mismísimo Elvis hizo una versión de su “Steamroller Blues” y otros artistas como Ray Charles, Emmylou Harris, Joni Mitchell o Al Jarreau han interpretado sus temas. De hecho, su carrera empezó gracias al interés de una de las bandas más importantes del panorama musical actual: The Beatles. Con 19 años, el joven Taylor (nacido el 12 de marzo de 1948, Boston, Massachussets) decide viajar a Londres para alejarse de la peligrosa Manhattan y sus tentaciones con su primera maqueta bajo el brazo. En esta cinta, estaba una canción titulada “Something In The Way She Moves”. George Harrison y su banda vieron la luz cuando escucharon estos versos ya que buscaban un primer artista al que lanzar al mercado para su nuevo sello discográfico Apple. Harrison llegó hasta “tomarle prestado” esta preciosa melodía que muchos de nosotros descubrimos en el álbum Abbey Road.

Este no fue el único precio que tuvo que pagar Taylor en su ascensión hacia la fama. Su primer disco antes de su aventura londinense, James Taylor and The Original Flying Machine, grabado en Nueva York en 1966, fue un autentico fracaso. El golpe fue tan duro para el músico que tuvo que ser internado en un hospital psiquiátrico. Pero la sensación de soledad y de incomprensión lo persiguió de tal manera que Taylor se refugió en la peor de las drogas y empezó a consumir heroína.

James Taylor habrá muerto y vuelto a nacer decenas de veces entre este maldito año 1966 y 1983 cuando por fin logró desengancharse. Sus distintos estados de ánimo y este eterno sentimiento de lucha se reflejan en sus numerosos discos que van desde el mejor folk setentero, hasta el funk y el blues, pasando por algunas de las baladas más románticas jamás escritas como “Shower The People” o “Mean Old Man”. Sus composiciones son un homenaje a su casa, su país, la carretera, pero también al amor y al desamor. Sus letras son verdaderos poemas y su forma de tocar la guitarra es tan única como especial.

Ahora, con sus 60 años recién cumplidos, Taylor quiere volver a los orígenes y presenta un nuevo disco One Man Band. Los temas que componen este álbum provienen de uno de sus conciertos en el Colonial Theater de The Berkshires in Massachussets, además de versiones de algunas de sus canciones más conocidas, como la famosa “Something In The Way She Moves”, “Carolina In My Mind”, “Never Die Young” o el clásico de Carole King, “You’ve Got a Friend”.

El título del álbum no fue elegido al azar ya que Taylor está acompañado en este disco por un solo hombre: su amigo y compañero de carretera Larry Goldings. Este músico y también compositor es un maestro del piano y sus derivados y se atreve, además, en One Man Band, con el órgano, el armónium y el sintetizador. El único instrumento que no toca en este disco es la increíble Drum Machine, una enorme máquina construida por el propio Taylor cuya finalidad es reproducir la base rítmica del tema “Slap Leather”. Esta faceta de niño grande que también caracteriza a este ya sexagenario se puede encontrar en los dibujos que hizo para ilustrar el libreto del álbum.

Sin embargo, lo más emocionante de este álbum nostálgico son los comentarios del propio Taylor sobre cómo nacieron ciertos temas, anécdotas sobre tantos años de carretera y las reacciones de un público totalmente entregado.

Todo eso se pude ver en el DVD que acompaña el disco. Taylor lo encargó al productor y director de eventos televisivos Don Mischer y al conocido realizador y productor de películas Sydney Pollack, con la intención de captar lo más íntimo y poderoso de cada actuación en vivo cuya protagonista sigue siendo su voz, tan cálida y expresiva como siempre, a pesar de haberse roto mil veces a lo largo de su caótica vida.

Discografía

James Taylor (1968)

Sweet Baby James (1970)

James Taylor and the Original Flying Machine (1971) — grabado en 1966–1967

Mud Slide Slim and the Blue Horizon (1971)

One Man Dog (1972)

Walking Man (1974)

Gorilla (1975)

In the Pocket (1976)

Greatest Hits (1976)

JT (1977)

Flag (1979)