29/5/07

Eric Clapton



Eric Clapton Shaw (Ripley, Reino Unido, 30 de marzo de 1945). Guitarrista británico de blues. Apodado "slowhand" (mano lenta), Clapton ha sido uno de los artistas más respetados e influyentes en la era del rock. Su estilo musical sufrió múltiples cambios a lo largo de su carrera, pero sus raíces siempre han estado en el blues. Este músico es reconocido como un inovador en varias etapas de su carrera, como son el blues-rock (con John Mayall's Bluesbreakers y The Yardbirds), rock-blues-jazz fusion (con Cream), y también como solista. También ha tocado con "Derek and the Dominos" y "Blind Faith" y colaboró con The Beatles en el la grabación del albúm The Beatles como solista en la canción "While my Guitar Gently Weeps". Su guitarra eléctrica favorita y más utilizada es la Fender Stratocaster, también tiene preferencia por Fender en otros tipos de guitarras. En sus últimos trabajos rinde tributo a Robert Johnson, bluesman al que siempre ha considerado como la mayor influencia musical en su carrera.

Eric Clapton nació en The Green, Ripley, Surrey, Reino Unido, como hijo ilegítimo de Patricia Molly Clapton, de 16 años, y Edward Walter Fryer, un piloto canadiense de 24 años. Su padre regresó al lado de su esposa en Canadá antes de que Eric naciera. El niño creció
con sus abuelos en la creencia de que eran sus padres, y de que su madre era su hermana. Años después su madre se casó con otro soldado canadiense y se mudó a Canadá, dejando a Eric con sus abuelos. Cuando éste tenía nueve años descubrió la verdad, siendo este un momento decisivo en su vida. El día en que cumplía 13 años, recibió como regalo una guitarra, que él solo aprendió a tocar. A la edad de 17 formó su primer grupo, The Roosters (Los Gallos).
El joven músico creció oyendo grabaciones de blues de Robert Johnson. Clapton se forjó un estilo distintivo sintetizando influencias del blues de Chicago y de grandes guitarristas de este género, como B.B. King y Freddie King.

Salto a la Fama

En 1964 su nombre empezó a sonar como miembro de The
Yardbirds, un grupo de rock and roll con influencias del blues. Ahí, Clapton rápidamente se volvió uno de los guitarristas más populares en la escena musical inglesa. Sin embargo, el músico seguía fuertemente comprometido con el blues, por lo que renegaba del nuevo rumbo pop de The Yardbirds, en parte porque "For your love" fue escrita por el autor pop Graham Gouldman, que había escrito hits para el grupo adolescente "Herman's Hermits" y el grupo pop '"The Hollies". Varias veces se negó a tocar esta canción y renunció al grupo tan pronto como el sencillo fue grabado.

Después de varios meses de práctica, Clapton se unió a John Mayall & the Bluesbreakers. Su ejecución tuvo una gran influencia en el primer álbum de este grupo, además de inspirar una efímera ola de graf
itis que lo deificaban con el eslogan "Clapton is God" ("Clapton es dios"). En 1966 Clapton forma lo que es reconocido como el primer supergrupo de la historia del rock: Cream, con el bajista Jack Bruce y el baterista Ginger Baker. Aunque sólo estuvieron juntos un par de años, su influencia fue enorme, con temas tan conocidos como "Sunshine of your Love", "White Room" y el clásico "Crossroads".

Las presentaciones en vivo de Cream, c
on sus largas improvisaciones, sirvieron como modelo para muchos grupos tanto de rock pesado como de progresivo en los 60's y 70's. Tras la separación de Cream, Clapton formo otro supergrupo, Blind Faith, nuevamente con Baker y con el músico prodigio Steve Winwood y el bajista de Family, Rick Greich. El grupo sólo editó un disco, pero el éxito que tuvo es patente de la gran popularidad de Clapton en todo el mundo.

Etapa Solista


Después de Blind Faith, Clapton se enfoca principalmente en su carrera solista, aunque even
tualmente se integra a otros proyectos fugaces como Delaney & Bonnie o Derek and the Dominos. Con este último produce uno de sus más grandes éxitos, "Layla" (dedicada a Patty Boyd, entonces esposa de su amigo George Harrison). Clapton se mantiene prácticamente inactivo durante 1971 y 1972, debido a una seria adicción a la heroína. Pete Townshend, de The Who, le ayuda a superarla y a organizar un concierto de regreso en el Rainbow Theatre de Londres en 1973. En los siguientes años sendas versiones de "Cocaine" y "After Midnight", originales de J.J. Cale, y otra versión de "I Shot the Sheriff", de Bob Marley, le llevan de nuevo al éxito. La carrera de Clapton parece debilitarse en los años 80's, pese a una exitosa presentación en el concierto multitudinario Live Aid. La edición de "Crossroads" en 1988, uno de los primeros paquetes recopilatorios en el entonces nuevo formato compact disc, revitaliza su carrera. En 1991 la tragedia golpea a Clapton, al morir su hijo Conor, de cuatro años, al caer del piso 53 de un edificio en Manhatan. En memoria de él, Clapton escribe "Tears in Heaven" (Lagrimas en el cielo), canción que se convierte en un éxito masivo. En ese mismo año, Clapton incentiva a su amigo George Harrison para que salieran juntos de gira a Japón, siendo el ex-beatle la estrella principal y acompañado de Clapton y sus músicos.
Las fabulosas presentaciones que dieron juntos no solo ayudaron a afianzar su amistad, sino
a reivindicar la fama de ambos y su calidad como fascinantes músicos. El siguiente año, la grabación del concierto MTV Unplugged de Clapton se convierte en la más exitosa de su carrera, ganando dos premios Grammy. Clapton sigue metiendo temas en las listas de popularidad como "Pretending", "Change the World" y "My Father's Eyes". Clapton se mantiene activo como uno de los instrumentistas más respetados y reconocidos de la escena musical contemporánea.









Worried life blues(BB. King & Eric Clapton)
Tears in Heav
en
Hotel California (Eagles&Eric Clapton)
Hey Jude (Paul McCarteney, Elton John, Sting y Eric Clapton)

Layla
Wonderfull tonight

23/5/07

LOS SECRETOS (1ª parte)










LOS
SECRETOS sin imágenes.......casi.
Una de esas mágicas noches de concierto hablando con Raúl, casi sin conocer mis gustos musicales, va y me pide que escriba para su blog algo sobre Los Secretos (lo cual para mí supone toda una satisfacción). Lo primero que le dije fue: “tú no sabes lo que me estás pidiendo, deberías saber que es mi grupo favorito”, a lo que me contestó: “ya lo se” (algún día me explicarás porqué). Pero es que para mí Los Secretos es mucho más que eso, porque su música está tan ligada a mi vida desde hace tanto tiempo que es imposible hablar de ellos sin hablar de emociones, porque detrás de cada canción hay un recuerdo, un amigo, una lágrima, una sonrisa, una decepción, una chica. Por ello, en una segunda ocasión, volviendo sobre el tema, le dije a Raúl que me era imposible contar una pequeña historia de Los Secretos desde un punto de vista estrictamente musical, sino que tendría que escribir “mi historia” de Los Secretos, que es también la de mi vida, porque soy incapaz de separar ambas cosas (pero, que nadie se asuste, fundamentalmente hablaré de música, no voy a escribir mis memorias que todavía soy muy joven, pero con mis recuerdos como telón de fondo). En todo caso, para el que quiera documentarse a fondo sobre el grupo no puedo dejar de recomendar el libro de Miguel Ángel Bargueño “Enrique Urquijo – Adiós tristeza”, todo un tratado sobre el que es para mi gusto el mejor grupo de pop español de todos los tiempos.

Los comienzos del grupo (formado por los tres hermanos Urquijo: Enrique, bajo y voz; Álvaro, guitarra y voz; y Javier, guitarra; y Pedro Antonio Díaz, batería y voz) me pillaron algo pequeño, once añitos, aunque enseguida me llamaron la atención aquellas canciones que oía por la radio y que grababa en una cinta de esas vírgenes, fundamentalmente los tres singles del primer Lp del año 81 que llevó su mismo nombre (aunque en el año 80 habían sacado un Ep con los tres temas que cito a continuación, a los que se sumaba un cuarto “Loca por mí”), estos temas, por su orden de publicación, eran “Déjame”, “Ojos de perdida” y “Sobre un vidrio mojado”, sobre todo estas dos últimas (a la primera la he llegado a coger verdadera manía). También recuerdo perfectamente haber escuchado los dos primeros singles de su segundo disco del año 82 con el nombre de “Todo sigue igual”, el primero con igual título y también el segundo y último “Problemas”, me parecían buenísimos. Pero fue en 1983 cuando empieza mi verdadero idilio con Los Secretos. Una tarde de aburrimiento, oyendo la radio para variar, pincharon una canción del que había sido su tercer disco, publicado con el nombre de “Algo más” ese mismo año, y del que se habían extraído dos singles “No me imagino” y “Hoy no”, que ya conocía. La canción era precisamente “Algo más”, primer corte del Lp. Por aquella época comprar un disco era para mí algo inimaginable por su precio, tan solo tenía un original, un antiguo regalo de cumpleaños “Larga vida al rock´n´roll” de Barón Rojo, y no se que ataque me dio que le pedí a mi madre dinero para comprarme ese tercer disco de Los Secretos, y me debió ver tan emocionado que accedió a darme las 300 pesetas que costaba en El Corte Inglés. Esa misma tarde ya lo tenía en casa.

Por todo lo dicho, “Algo más” es para mí un disco especial, pero sobre todo porque lo he conside
rado durante muchos años, y todavía lo considero, el mejor Lp de Los Secretos, aunque curiosamente haya sido un disco denostado y olvidado por el propio grupo, salvo por un par de temas que siguieron tocando, los dos referidos singles. En mi opinión no tiene desperdicio, empezando por la portada, una auténtica maravilla (durante años en la carpeta de mi amigo Álvaro, de Los tres mosqueteros). Las diez canciones que contiene son imprescindibles y una delicia “pop” para el oído, las citaría todas, pero una debilidad para mí es “De vuelta” (“…vuelve a ser como antes, vuelve a soñar”). El peso de la composición lo llevó Enrique Urquijo, que escribió siete de los diez temas, uno a medias con el batería Pedro Antonio Díaz, “En el bar”, que también lo canta (sorprendentemente es la única composición de Pedro para este disco). Álvaro se descuelga con dos verdaderas perlas por él cantadas, “Tienes que cambiar” y “Perdida la ilusión”. La décima joya del disco, “Callejear”, es una canción de ese otro genio del pop, José Mª Granados. Las letras, al igual que en el disco precedente, son muy desesperanzadoras. Llama la atención los arreglos de teclado (Luís J. Serrano) que tienen todas las canciones, toda una novedad en sus discos (tan solo los habían introducido en dos canciones del segundo “Ahora que estoy peor” y “Trae en tu cara”). Es también una curiosidad del disco la inclusión de una versión instrumental de “No imagino”, que grabó el grupo “Foiegrass”, donde tocaba el que sería futuro guitarrista de Los Secretos, Ramón Arroyo. Al igual que los dos anteriores discos fue producido por Juan Luís Izaguirre.

Algún mes después, por puro azar, una tarde c
urioseando la sección de discos de Galerías Preciados en Goya con un antiguo compañero del colegio, en uno de esos montones de cintas de saldo, descubrí el segundo disco de Los Secretos “Todo sigue igual” (1982) al módico precio de 100 pesetas, todo lo que llevaba encima aquella tarde, no lo dude ni un instante, aunque no le hizo ni puñetera gracia al citado compañero que quería que nos lo gastásemos en “no se qué”. “Todo sigue igual” es otra de esas maravillas desconocidas del grupo. El mérito de este disco, al igual que el siguiente, ha de verse bajo el prisma de la obligación que tenía el grupo “por contrato” de escribir un disco por año. Se trata de un álbum de temas cortos, algunos muy enérgicos (muy en la línea del primer disco). También es curioso que tan solo una de las diez canciones tenga solo un compositor (“Problemas” de Álvaro Urquijo), dado que el resto está compuesto a medias por al menos dos autores, destacando especialmente el batería Pedro Antonio Díaz, que interviene en ocho de los diez temas, dado que el décimo “Ráfagas” es una versión de una canción del grupo “Bólidos”. También sobresale Pedro por cantar cuatro de los diez cortes del disco. Aunque hay muchas grandes canciones, me quedo, sin duda, con “Ahora que estoy peor”. Es un disco en el que la temática de las letras es especialmente oscura y dramática, predominando temas como la soledad, la incomprensión o la incertidumbre de vivir.

Qué lata no daría yo en el cole
gio con “Algo más” y “Todo sigue igual” de Los Secretos que rápidamente se convirtió en una de las bandas favoritas del grupo de compañeros. Los discos iban de un lado a otro para ser grabados por uno y por otro, y así acabaron claro, más trillados que el “Reckless” de Luís (el tercer mosquetero). Durante años se ha dado la paradoja que estos dos discos han estado totalmente descatalogados, convirtiéndose en genuinos incunables, hasta su reedición en CD en el año 2005.

Un fin de semana de 1984 me lancé con aquel compañero del colegio a la busca y captura del primer disco de Los Secretos, que él estaba empeñado
ahora en comprarse costase lo que costase. Miramos en todos los sitios conocidos, pero nada. Para entonces el grupo ya ni estaba de moda ni tenía éxito, y ya solo estaban disponibles, curiosamente, el segundo y el tercer disco. Afortunadamente en una tienda muy antigua de la calle Gran Vía lo encontramos en casete. Al abrirlo llamaba la atención, sobre todo por ser una cinta, una dedicatoria “A Canito”. Esta dedicatoria ya no estaba en la reedición que se hizo años más tarde. Poco se puede decir que no se haya dicho ya de este disco, es una auténtica obra maestra del pop español, tema tras tema, los doce (incluso “Déjame”), un auténtico canto al desamor. Compuesto mayoritariamente por Enrique Urquijo con la participación de Pedro Antonio Díaz (que canta como los ángeles hasta cinco canciones, joyas como “No supe qué decir”, “Niño mimado” o “Se fue como llego”) y Álvaro Urquijo (en tres temas “Qué puedo hacer yo”, “No supe qué decir” y “Fuertes emociones”). Tiene otras dos canciones de Canito (“Me aburro” y “Otra tarde”, ésta a medias con Enrique) y una versión “Sobre un vidrio mojado”. Es un disco con un ritmo brutal, el que le imprimía Pedro con su batería y las endiabladas guitarras de los hermanos Álvaro y Javier, que se puede calificar tranquilamente como “power pop”.

En esta primera época de Los Secretos, debido a mi corta edad, no asistí a ningún de sus conciertos, aunque sí pude escuchar uno retransmitido por la radio en el año 84, lo llegué incluso a grabar, aunque, desafortunadamente, se perdió.

Un día ese año, el 14 de mayo de 1984 para ser exactos, lo recuerdo como si fuera ayer, aquel
compañero de colegio me comentó al verle: “sabes que se ha muerto el batería de Los Secretos”, a lo que respondí: “claro, Canito, el batería que tenían cuando el grupo se llamaba todavía Tos”. Pero no. Entonces me dio ese recorte de El País que todavía conservo. El día 12 había muerto Pedro Antonio Díaz, esplendido batería y maravillosa voz de Los Secretos, pensé que el sueño había terminado.

Alejandro d
e la Cuadra

Otra tarde

Alguien como tú
No me imagino

La Última Apuesta



MY SPACE

20/5/07

Antonio Flores










Cantante de voz áspera y compositor de rara sensibilidad, Antonio Flores (Madrid, 1961) rompió con la tradición familiar rumbera y aflamencada para desarrollar un estilo propio con un pie en el pop-rock y otro en la canción de autor, sin olvidar su gusto por el blues ni el influjo de su sangre gitana. En 1980 publicó un primer Lp, Antonio, que quizás por prejuicios derivados de ser hijo de quien era, pasó bastante desapercibido, a pesar de contener dos canciones que con el tiempo serían clásicos de su repertorio:

No du
daría y la sabiniana Pongamos que hablo de Madrid, que Antonio reinterpretó en clave rockera. Simultaneando su vocación musical con su faceta de actor, el hijo de Lola Flores tardó cuatro años en lanzar un nuevo disco, Al caer el sol, pero nuevamente los resultados comerciales fueron decepcionantes. Tampoco el tercero, Gran Vía, editado en 1988, contribuyó a mejorar la situación.

El reconocimiento a sus virtudes como compositor le llegó a través de su hermana Rosario, para quien compuso la mayoría de canciones de su exitoso LP De ley (1992), convirtiéndose desde entonces en su mejor aliado musical.

Animado por la
s nuevas circunstancias, en 1995 grabó el que debería haber sido el disco de su consagración, Cosas mías, con canciones como Alba, Siete vidas o Cuerpo de mujer.
Sin embargo, la fatalidad se cruzó en su camino: al poco de publicarse el disco murió su madre, y
apenas dos semanas después, el 30 de mayo de 1995, Antonio era encontrado muerto.

Como tristemente ocurre tantas veces, a partir de entonces su nombre fue reivindicado por unos y otros. Discografía de Antonio Flores: - Antonio (1980) - Al caer el sol (1984) - Gran Vía (1988) - Cosas mías (1995) - Arriba los corazones (1999)

Z&O





TALENTO A MANOS
LLENAS

Es muy difícil valorar las cosas.
.. (las cosas pequeñas, las cercanas, las mas cotidianas. no las grandes, llamativas o importantes)...de un amigo a quien no sólo se quiere como tal, sino que además se le admira en su obra como artista... Es muy difícil valorarlas, digo; cuando esa persona ha de avalar con su existencia física, el enorme peso y valor de su existencia espiritual... emotiva. Es entonces cuando nace en el individuo la necesidad de recordar. De... a través de los recuerdos trazar una enorme maroma que nos ate a lo que ya no está, y que nos haga más afable el futuro... menos gris. Hay veces en las que por muy grande que sea el cariño; el recuerdo de un artista, que ya no está, se desvanece con el paso del tiempo... porque nacen otros artistas, porque las modas pasan, porque la memoria es perecedera, por un millón de cosas,... ¡qué sé yo! Por muy profunda que sea la huella de un hecho puntual, o de un momento de inspiración, que a un artista alcanza en la vida... si ésta no está construida sobre un firme pedestal de talento... hasta el viento más leve puede derribar ese recuerdo. De todas las cosas que Antonio nos contó a lo largo de su irrepetible vida... yo entresacaría el orgullo que él siempre sintió por haber sabido circular y cohabitar entre los más distintos ambientes y tipos de gente. Antonio era una persona que siempre estaba a la altura de cualquier circunstancia... nada le quedaba grande... o al menos aparentemente nada le quedaba grande..., que ya era mucho... Y era así por que tenia talento. Sencillamente, cuando Antonio te daba la mano, no te la daba vacía... te estaba dando todo su cariño, y además te estaba regalando su talento. A manos llenas. Es por eso que creo que Antonio Flores es uno de los mejores narradores de lo cotidiano en la canción. Que es ya un clásico... Y que esto ha ocurrido recientemente porque... trágicamente,... la vida nos ha obligado a recordarte, únicamente a recordarle. Un artista no es más que eso... el talento que es capaz de regalar porque se lo pide el alma. Y que hay veces que esa petición exige, por parte de él, dejar cosas a cambio en el camino, y hay que dejarlas con generosidad. Nos queda el talento, su talento.





Juan Echanove,
que tuvo
la Gran suerte de conocer a Antonio




Mi Habitación
Una Espina
Arriba los Corazones


15/5/07

Manolo García

Manuel García García-Pérez (Manolo García)

(*Poblenou, Barcelona, 19 de agosto de 1955) es un cantante, compositor y pintor amateur español. Grabó sus primeros discos con grupos como Los Rápidos o Los Burros, alcanzó el éxito comercial con El Último de la Fila y continúa su carrera en solitario. Se caracteriza por un sonido pop rock mestizo con ritmos árabes, aflamencados y melódicos y por sus letras que aúnan lírica y surrealismo.

El artista catalán se ha caracterizado durante toda su carrera por mantener su vida personal muy alejada de su vida pública, por lo que el estado civil de Manolo García, así como su vida privada y todo lo alejado de lo estríctamente artístico, queda fuera del conocimiento popular.


Aunque Manolo García nació en el pequeño barrio barcelonés de Poblenou, sus raíces familiares están en la provincia de Albacete, en el pueblo serrano de Férez, debido a lo cual existe cierta ambigüedad en las biografías escritas sobre el artista o alguno de los grupos a los que perteneció.

Su infancia estuvo marcada por sus primeros coqueteos artísticos. A la temprana edad de 7 años se encontraba realizando performances en la terraza de su hogar en las que ya combinaba distintos enfoques artísticos mezclando la pintura con desechos industriales como bidones o plásticos y otros elementos de difícil categorización. Todo ello alternado con sus estudios básicos obligatorios.

El perfil artístico que primero empezó a manifestar fue su afic
ión a la pintura y la plástica. A los 14 años aún continuaba experimentando con las posibilidades de las artes plásticas, dedicándose a probar nuevos productos y pegamentos, mediante una formación totalmente autodocente y con carácter amateur. No es hasta poco después cuando entra en el mundo laboral como pintor de cuadros al óleo, donde, según Quimi Portet, se convirtió en un especialista en cielos y lagos, debido a que se encargaba de rellenar las zonas azules de los paisajes, generalmente cielos y lagos.

Tras acabar sus estudios básicos, en torno a los 17 años, Manuel García comienza a dar tumbos en el mundo laboral, con trabajos como empleado de una empresa metalúrgica ,donde ganó un concurso de dibujo organizado por la propia empresa, o botones en una agencia de publicidad, al tiempo que seguía su progresión artística. Buscando su vocación empieza a trabajar en el estudio de diseño gráfico de dicha empresa publicitaria, es entonces cuando decide estudiar diseño gráfico, matriculándose en la l’Escola d’Arts Aplicades i Oficis Artístics de Barcelona, donde recibe su primera formación especializada sobre las artes plásticas.

A los 21 años, inmerso ya en el mundo de la música siendo componente de diversas bandas locales, trabajaba como diseñador para casas discográficas dedicadas a la realización de covers (copias piratas) de los LPs nacionales de más éxito de mediados de los 70. Durante seis años de trabajo en dicha discográfica, Manolo García llegó a realizar los diseños de más de 400 carátulas, generalmente de formato casete.

En 1981, al acabar el servicio militar, Manolo García llegó a rodar unas escenas al final de la película con guión de Francesc Bellmunt, La batalla del porro, a la que llegó por casualidad supliendo a un compañero que no pudo asistir al rodaje.

Iniciación en el mundo de la música

Manolo García comienza su andadura musical también a muy temprana edad, pasando la mayor parte de su juventud conviviendo entre sus dos principales iniciativas artísticas, la pintura y la música. Pero no es hasta los 25 años cuando consigue su primer contrato discográfico.

A los 10 años de edad surgen los primeros interes
es acerca del mundo de la música, y en particular del cante, al entrar en el Centre Cultural i Moral del barrio de Poblenou; llegó a destacar por su entrega, llegando a desmayarse en una de las actuaciones. Tras unos años en los que su afición por las artes plásticas eclipsó sus intereses musicales, Manolo decide comprar su primera batería con ayuda económica familiar. Tras un tiempo de práctica, pasó a formar parte de un conjunto musical llamado Materia Gris, en el cual García era el batería.

Con Materia Gris, Manolo realizó actuaciones durante cuatro años, todas ellas de carácter local dentro de Cataluña, tocando en fiestas patronales, bautizos y demás celebraciones cotidianas. Tocaban canciones de los grupos nacionales de éxito y canciones populares, aunque solían acabar los conciertos tocando temas de grupos clásicos del rock and roll cuando su público empezaba a escasear. En los últimos momentos antes de la desaparición del grupo, cambió su nombre a Satán.

El siguiente conjunto musical en el que residió fue Silma y su conjunto, grupo en el que siguieron la misma línea de actuaciones que su predecesor, pero fue en éste cuando Manolo empezó a ganar protagonismo como vocalista, ya que Silma, vocalista habitual del grupo cedía el micrófono para que Manolo García cantara sus primeros temas en directo.

Cuando entró de diseñador gráfico de discográficas de dudosa legalidad, consiguió grabar algunos covers de artistas consagrados como Miguel Bosé, La Orquesta Mondragón, Miguel Ríos o Triana, siendo este último el único del que se tiene constancia y acceso. El cover de Triana (presumiblemente a principios de 1980) es el primer documento sonoro conocido donde se recoge la voz del cantante español, está compuesto por 6 canciones de las más populares del grupo, en las que García puso voz y tocó la batería.

Antes de conseguir grab
ar un álbum con composiciones propias, participó en la grabación de Tengo una idea (1980) del cantante nacido en Argentina pero residido en España, Sergio Makaroff, junto a otros músicos con los que más adelante formaría su propia banda como son Antonio Fidel, Josep Lluís Pérez y Esteban Martín. Manolo tocó la batería e hizo algunos coros en el disco del cantante argentino como se aprecia en canciones como Explorador celeste.

Andadura musical


Los Rápidos y el primer contrato discográfico


Tras grabar el disco de Makaroff, los músicos decidieron unirse en una banda y probar en el mundo musical, incorporando al batería Lluís Visiers para que Manolo García pudiera ser el vocalista del grupo. Con un puñado de temas compuestos grabaron una maqueta que entregaron a EMI, y con tan sólo dos meses de ensayos consiguen su primer contrato discográfico, de ahí el nombre que propusieron para su banda, Los Rápidos.

En 1980 graban su primer álbum, titulado Rápidos, que contenía doce canciones de un simple y marcado pop-rock, con canciones como Navaja de papel, T.V. o Ruta del sur, de las cuales García escribió casi todas las letras y algunas de las melodías del álbum. A pesar del apoyo de la discográfica, que pretendía hacer de ellos la alternativa catalana a la movida madrileña, el disco fracasó en las tiendas vendiendo en torno a 2.000 copias. A pesar de ello, el grupo hizo cerca de 300 conciertos por la geografía catalana, generalmente ante un escaso público; fue ahí donde el grupo empezó a transgredir por el happening teatral que combinaban con su música, usando en los conciertos materiales de dudosa catalogación como duchas de espuma, plásticos, embudos de los que salía humo, bidones industriales o televisores, que además Manolo solía romper ante un asombrado público, al que no solían dejar impávido.

A pesar de no dejar la carretera, el gr
upo fue telonero de grupos de la talla de la Orquesta Mondragón y Ramones, a la par que fue célebre su actuación en el programa televisivo Musical Express.

El grupo tuvo preparadas las canciones que pasarían a formar parte de su segundo álbum, sin embargo la discográfica les retiró el apoyo ante las pocas perspectivas de éxito, así que el grupo se vio abocado a su disolución, lo que no les impidió seguir actuando hasta finales de 1981.

El encuentro con Quimi Portet y la disolución de Los Rápidos

Mediada la gira del grupo, se produjo el encuentro entre Manolo García y Quimi Portet. Los Rápidos fueron invitados al festival Rock de Lluna, coincidiendo éstos con un grupo catalán llamado Kul de Mandril, en el que Quimi Portet tocaba la guitarra a la vez que ponía la voz cantante. A Manolo le agradó la forma de tocar de Portet y le propuso unirse a Los Rápidos para lo que quedaba de gira, a lo que Quimi aceptó.

Los componentes de Los Rápidos se dispersaron tras finalizar la gira, para buscar por separado cada uno su carrera musical. Manolo García se marchó a Euskadi para intentar la formación de una nueva banda musical, con la ayuda de sus colegas de La Orquesta Mondragón, a pesar de sus esfuerzos no tuvo suerte en su periplo vasco.

Los Burros



A su regreso a Barcelona, Manolo García encontró a algunos de sus ex-compañeros, junto a Jordi Vila ensayando nuevas canciones y algunos temas de su etapa anterior. Fue entonces cuando accedió a ser el vocalista de una hipotética nueva formación musical.

Una vez se decidió el nombre del grupo, Los Burros, el grupo empezó a actuar sin ni siquiera tener un contrato discográfico. Incluso comenzaron la grabación de los temas por propia cuenta, autoeditándose con la ayuda de Toni Coromina; una vez tenían parte de su álbum grabado no tuvieron problemas para firmar con la discográfica independiente Belter. Así, en 1983 sale al mercado Rebuznos de amor, álbum que combina el estilo sencillo de Los Rápidos con el surrealismo aportado por Quimi, con canciones como Huesos, Mi novia se llamaba Ramón, y otras canciones que iban a formar parte del segundo álbum de Los Rápidos como Conflicto armado o Disneylandia. Manolo pone la voz a todos los temas vocales y es el principal compositor de los temas, junto a Quimi Portet.

El mercado volvió a darle la espalda a Manolo García en esta n
ueva aventura musical, sin llegar a superar los 3.000 discos vendidos, a pesar de que la crítica se dedicó a ensalzarles. Belter fue a la quiebra cuando Los Burros ya tenían preparadas las maquetas para un próximo disco, dejando sin renovar la licencia de los discos que editó entre los que se encontraba Rebuznos de amor. Fue entonces cuando decidieron dar por acabada esta etapa.

Durante esta época, Manolo García y Quimi Portet junto a Jaime Gonzalo formaron una pequeña compañía de discos, llamada Discos Kriminales, en la que se dedicaron a producir algunos singles de unos pocos artistas allegados a los fundadores. Sacaron singles de Loquillo y los trogloditas, y algunos otros grupos de menor importancia como Primero senguda, además de una gran cantidad de maquetas. Lograron que se editara un single de Kul de Mandril, Jamón de mono, que hasta ahora no habían conseguido producir. Sin embargo, al no verle demasiado futuro al negocio, decidieron dar por acabada la empresa.

El Último de la Fila y el éxito comercial

Tras el fracaso comercial de sus discos anteriores, Manolo G
arcía decide junto a Quimi Portet unirse en una nueva formación apoyados por la pequeña discográfica independiente PDI, llamando a su grupo El Último de la Fila, grupo con el que le llegaría el éxito y reconocimento comercial.

La trayectoria musical del artista cambió
drásticamente, El Último de la Fila tuvo su primer éxito ganando el concurso de maquetas de la revista Rock Spezial, lo que los hizo merecedores de un precontrato con la discográfica multinacional Virgin, el cual rechazaron para mantener su palabra con PDI.

En 1985 graban su primer
disco titulado Cuando la pobreza entra por la puerta el amor salta por la ventana. El estilo de este disco cambió el concepto musical de los trabajos en los que había trabajado Manolo García, pasó del sencillo pop rock al mestizaje de estilos, dando a sus canciones aires aflamencados y árabes. Todas las canciones están escritas por Manolo y Quimi, y cantadas por Manolo, destacando piezas como Querida Milagros o Dulces sueños. Al año siguiente, 1986, apareció en el mercado el segundo álbum, Enemigos de lo ajeno, con un estilo continuista con su anterior LP y que contenía algunas de las canciones más recordadas del artista como son Insurrección o Aviones plateados. Además, recorrieron toda la geografía española en una extensa gira, dando unos directos energéticos e impecables. Los seguidores del grupo empiezan a ser un número importante.

1987 fue un año de publicación de varios trabajos con la participación de García. Salió a la venta Nuevas Mezclas, un LP que contenía algunas de las m
ás conocidas canciones de sus dos primeros trabajos, pero regrabadas en un estudio de Londres con un toque distinto. Se convirtió en poco tiempo en el disco más vendido del grupo. Además de este proyecto, Manolo produjo el primer disco de Quimi Portet en solitario, llamado Persones estranyes, y grabó con Grabaciones Accidentales S. A. (GASA), discográfica que se había hecho con los derechos de las canciones de Los Burros, un mini-LP llamado Jamón de burro que contenía 6 canciones muy variopintas, desde una nueva versión de Huesos hasta una de Jamón de mono, una canción de Kul de mandril, pasando por composiciones descartadas de aquellos años y alguna canción nueva.

El nuevo disco del
grupo no se hizo esperar, Como la cabeza al sombrero sale en 1988. El álbum grabado en Francia es el más acústico del grupo y de toda la carrera de Manolo García, y también considerado por muchos de sus seguidores como el mejor álbum de su carrera, siendo el primero en el que el rock es llevado a un plano secundario. Destacan temas como Ya no danzo al son de los tambores o Llanto de pasión. El grupo superó las ventas de su anterior álbum y empezó a acostumbrarse a colgar el cartel de "No hay billetes" en todos los conciertos de su gira. En ese mismo año Manolo, junto a Quimi, fue invitado al concierto Human Rights (Concierto Pro Derechos Humanos), a compartir cartel con artistas del calibre de Bruce Springsteen, Tracy Chapman, Sting, Peter Gabriel y Youssou N’Dour.

El Último de la Fila dedice marcharse a una discográfica mayor EMI, que les permitió tener un sello discográfico propio, Perro Records. Con esta noticia sacaron al mercado Nuevo pequeño catálogo de ser
es y estares en 1990, el disco más experimental del grupo y de toda la carrera del artista, aunque sin perder el estilo comercial que tanto éxito les estaba dando, con canciones como Cuando el mar te tenga o Músico loco. En poco tiempo se convirtió en su disco más vendido. Tanto en la contraportada del disco como en su gira, incluyeron logotipos de diversas organizaciones ecologistas, mostrando así un lado comprometido y solidario. En este mismo año el grupo fue telonero de Tina Turner en sus conciertos por Europa.


En 1993 el grupo volvió a sacar un disco al mercado, llamado Astronomía razonable, uno de los discos de más exito de la carrera del artista barcelonés, llegando a vender cas
i un millón de discos. Contiene algunas de las canciones más carismáticas y reconocibles del artista como Como un burro amarrado en la puerta del baile o Mar antiguo. El disco también salió en una versión para Italia, con seis de los temas cantados en el idioma italiano. Tras un año sabático, salió a la venta en 1995 el último disco del grupo, La rebelión de los hombres rana. El disco sugería unos ritmos más lentos y oscuros que a los que acostumbraba el artista, lo que no gustó a todos los seguidores, pero que escondía talentosas canciones como Sin llaves o Las hojas que ríen. Las ventas sufrieron un leve receso, lo que no afectó al grupo para conseguir llenar los recintos donde actuaban.

Ese mismo año, Manolo García se reunió con los antiguos componentes de Los Rápidos y decidieron publicar la maqueta que contenía las canciones que darían forma a su segundo LP, si éste hubiera llegado a publicarse. Así, bajo el nombre de Los Rápidos 2 - Maquetas, el sello Perro Records lo sacó a la venta para dar a conocer unas canciones que de otra forma caerían en el olvido.

Tras dos años en los que no había noticias sobre el grupo, el 13 de enero de 1998 el grupo anunciaba su disolución para probar suerte en solitario, alegando que ya habían dado todo lo que podían juntos y lo mejor era trabajar cada uno por su lado. Fue justo en ese instante cuando empieza la carrera en solitario de Manolo García.

Inicio de su trayectoria en solitario


En el mismo año de la separación, Manolo García saca al mercado su primer trabajo en solitario, Arena en los bolsillos, grabado en Londres con la coproducción de Nacho Lesko y Pedro Javier González, consiguiendo en su primera semana el primer puesto de la lista de ventas AFYVE y logrando más de 900.000 discos vendidos durante su presencia en dicho listado. El cantante catalán se convertía así en uno de los pocos artistas españoles que al dejar atrás una banda, mantenían el mismo éxito comercial en solitario. Fue debido a que el disco contenía canciones que iban desde el pop melódico más intimista hasta el rock and roll que caracterizó al artista en sus primeros grupos. Así, canciones de este mismo disco como Pájaros de barro, A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando o Como quien da un refresco fueron del agrado de la gran mayoría de seguidores que se habían aficcionado a las canciones del músico en sus anteriores etapas. La gira que a continuación emprendió el artista le llevó a actuar en casi 100 conciertos por todo el territorio español con un rotundo éxito. Fue el primer disco editado con Perro Records desde que este sello musical decidiera distribuir con la multinacional BMG. Con este álbum consiguió los premios amigo a "Mejor solista masculino español" y al "Mejor álbum español" y tres premios de la música como "Mejor artista pop", "Mejor álbum" y "Mejor producción artística", además del premio ondas al "Mejor artista en directo".

Al año siguiente, 1999, reunió en un box set todos los singles editados de su primer trabajo en solitario, sacándolo al mercado bajo el nombre de Singles - Arena en los bolsillos, en edición limitada de 50.000 copias. El valor del box set residía, además de en los temas ya incluidos en el disco, en las caras B de dichos singles, entre los que se encontraban versiones en directo, maquetas y alguna nueva versión de los temas del álbum. Junto con los CDs se incluían postales con ilustraciones y fotos del artista y un póster.


Tras dos años de silencio, Manolo García volvía a grabar un nuevo disco en 2001, esta vez con sólo la coproducción del guitarrista Pedro Javier González. Su nuevo álbum que se llamó Nunca el tiempo es perdido, grabado entre Gerona, Barcelona y París, y mezclado en Los Ángeles, contenía trece canciones pop con un toque más intimista que su primer trabajo en solitario y con mayor protagonismo de violines y elementos acústicos, destacando temas como Nunca el tiempo es perdido, Prendí la flor o Rosa de Alejandría. Las expectativas creadas con su anterior álbum hicieron de éste segundo trabajo número uno en ventas durante las primeras tras su salida, llegando a vender más de medio millón de copias. Manolo salió de nuevo a la carretera para presentar el disco en directo, tan sólo dos días después de que el álbum se pusiera a la venta, realizando 72 conciertos durante cinco meses, con más de 500.000 asistentes. Acabada la gira, la demanda de directos llevó al cantante español a realizar una mini gira acústica por teatros y otros recintos de menor aforo hasta febrero de 2002. Este nuevo álbum estuvo acompañado de los premios amigo a "Mejor solista masculino español" y "Mejor álbum español", uno de los premios de la música por "Mejor álbum pop" y un premio ondas por toda su contribución al pop español.

Como ya hizo con su primer trabajo en solitario, Manolo García volvió a reuni
r sus singles en un box set de carácter artesanal, para sacarlo a la venta bajo el extenso título de Los singles + canciones en directo gira 2001-2002 - Nunca el tiempo es perdido. En esta ocasión, además de incluir los singles comerciales con sus caras B, incluyó versiones en directo de su gira acústica y dos canciones nuevas improvisadas durante un concierto de la gira, que son Graná y Blues de la patilla.

A finales de noviembre de ese mismo año, se produjo un incidente que irritó al cantante y compositor catalán. El programa de
televisión Operación Triunfo utilizó una canción del artista, Pájaros de barro, pagando los derechos correspondientes pero sin pedir permiso al propio autor. Bajo el nombre de Operación Triunfo y el derecho a la disidencia, Manolo García realizó una queja pública donde dejó clara su postura y criticó con dureza y abiertamente el planteamiento artístico del programa y su excesiva orientación comercial.


2004 fue
el año en el que Manolo volvió a publicar disco, así tras dos años alejado del panorama musical sale al mercado Para que no se duerman mis sentidos, su tercer álbum en solitario, en el que mantiene los mismos esquemas musicales de sus anteriores trabajos bajo la coproducción de Nacho Lesko y Pedro Javier González, como es habitual. Para esta ocasión, el artista catalán viajó a Brasil con la intención de grabar allí algunas de las canciones del álbum, como Para que no se duerman mis sentidos o Niña Candela. El resto del disco se grabó en Gerona y Barcelona con los músicos habituales. Además de las ya nombradas, de este álbum destacan temas más rítmicos que los de sus anteriores trabajos, como Malva o Si te vienes conmigo, y otros temas más acústicos como Una tarde de sol. El disco fue editado junto a un DVD que contenía un videoclip y vídeos artísticos de otras nueve canciones. Como en todos sus trabajos en solitario hasta ahora, el disco se colocó líder en ventas, según AFYVE, durante las semanas adyacentes a la salida del álbum. Cuenta además con el premio ondas al "Mejor artista español".

Al no haber editado más que un par de singles comerciales, en vez de realizar una nueva recopilación con todos los sencillos del disco, tras la gira Manolo García volvió a meterse en el estudio de grabación para editar Singles, directos y sirocos. La nueva rareza musical del artista se compone de un box set con dos CDs y un DVD y salió a la venta durante la navidad de 2005. El primer CD, denominado singles y sirocos, contiene catorce temas entre los que hay cinco canciones nuevas como Sólo amar o Viento ardiente, algunas versiones distintas de los temas del álbum, una maqueta llamada Combustión (incendio) y una canción en directo. El segundo CD tuvo por nombre Canciones en directo y contenía algunas de las canciones que ofreció durante la gira. El DVD estaba compuesto por la grabación de siete canciones durante uno de los conciertos de la gira, junto con un video-clip.

En abril de 2007, el cantante catalán viajó a América para realizar una gira por países latinoamericanos. Acorde con ella se editó una versión de Para que no se duerman mis sentidos incluyendo dos temas más de los ya incluidos en sus discos anteriores: Pájaros de barro y Nunca el tiempo es perdido. Como herramienta de promoción se creó una nueva página web oficial exclusiva.


Manolo García ha mantenido un interés en la pintura artística durante toda su vida. A pesar de gozar de un cierto reconocimiento, el artista niega haber obtenido remuneración económica alguna por lo que, según él mismo, sigue siendo sólo una afición. A pesar de ello, ha publicado dos libros en el mercado, cuyo contenido principal son reproducciones de sus cuadros. Según García, su afinidad a la pintura es una forma de alejarse de la comercialidad y la tecnología que impera en el mundo.

La mayor parte de la obra pictórica del
catalán la ha regalado a particulares o donado a algún evento u organización benéfica, sin ánimo de lucro. Su estilo aúna el arte naïf con los rasgos más característicos del surrealismo, el impresionismo y el paisajismo, con influencias de los pintores catalanes de finales del siglo XIX y principios del XX.

Se pueden apreciar algunas de sus obras en las portadas de ciertos álbumes de su carrera. Así, la portada de Arena en los bolsillos está ilustrada por su pintura al óleo Pulpo y el escolar, y en Nuevas mezclas, Manolo hizo una reproducción al óleo de una fotografía de Bob Collins para ilustrar la portada. En 1992, Manolo publica De arrebatadora vida, una recopilación de los cuadros pintados por él mismo entre 1985 y 1992.

Su primera exposición sobre su obra fue en Menorca en 1992. Tras esa ocasión, ha exp
uesto en varias ocasiones más en Segovia, Almería, Barcelona, Albacete y Córdoba.

No es hasta 200
4 cuando saca al mercado otra recopilación de sus obras pictóricas llamada Vacaciones de mi mismo. Esta vez, sus cuadros estaban acompañados por la gran mayoría de las letras escritas por el artista durante toda su carrera y un buen número de fotografías.

(Wikipedia)





.......para ellas,las que me han regalado tantas sensaciones, tantos momentos y a las que amo en silencio. (amigoraùl)


Para que no se duerma mis Sentidos
Pajaros de barro
Sin que se
pas de mi
La Media Vuelta