7/11/11

Leslie West





La aparición de este hombre en la industria del rock significó un paso fundamental a la hora de entender el Metal tal y como lo conocemos hoy día.


Que 1969 fue una época significativa para este movimiento lo sabemos todos, los grandes dinosaurios daban sus primeros pasos y se comenzaba a definir una nueva senda comandada por kilómetros y kilómetros de partituras que señalaban ya el camino hacia una nueva era.


Atrás quedaba la época de la psicodelia, y aunque agrupaciones que nacían pocos años antes bajo la tutela de aquella gran huella aviaria, que orgullosa ondeaba en forma de bandera, continuaban esparciendo sus lisérgicas estrofas, toda una legión de inquietos jóvenes que guitarra en mano habían pasado todos esos años tumbados en una pradera, mientras degustaban los placeres de lo prohibido, comenzaban a darle forma a esa mezcolanza de ideas que bailaba en sus cerebros.


Señores, pocos podían imaginar lo que de la mano de gente como Dan McCafferty, Paul Kossoff, Dave Peverett y otros muchos estaría a punto de llegar.


Se aproximaban buenos tiempos, unos tiempos en los que la mezcla de influencias basadas en el blues americano, el rock de los 50 y la psicodelia de los 60 se daban la mano para aunar objetivos y encauzar el nuevo sendero que optaría por sendas más técnicas, rudas e inspiradoras.


Leslie Weinstein, neoyorquino de pro, no venía de vacío, años antes ya había flirteado con el público en una modesta banda llamada The Vagrants, en la que también contaba con el apoyo de su hermano Larry como bajista.


Aunque no fue precisamente con su hermano con quien coronó la cima de la montaña, no. Felix Pappalardi, quien ya había trabajado como productor para The Vagrants y que por aquel entonces contemplaba atónito como esa ácida crema de blancas y corcheas se derramaba irremediablemente en tres direcciones, supo aguantar el tirón, y siendo conocedor del potencial de Leslie, lo llamó al orden para grabar este disco, embrión de lo que sería poco tiempo después el mito, la leyenda, LA MONTAÑA, pero eso, y como diría Robert E. Howard, es ya otra historia.


Pero esta vez Pappalardi quería jugar, y para ello, aparte de producir el álbum, agarró de una mano un bajo y de otra a su mujer, Gail Collins, quien sería coautora de algunas de las canciones de la formación, y autora principal del disparo a bocajarro que acabó años después con el bueno de Felix, presa de un ataque de celos.


El batería N.D. Smart II fue el tercer filón con que contó Pappalardi para poner en marcha esta aventura, y con este triangular line-up fue como Leslie saludaba, ahora sí, a toda una multitud.


En julio de 1969 veían las estanterías la prominente estampa con la que Leslie, apoyado sobre una mano nos miraba, como esperando aprobación; maestro no la necesitas, lo que tú hagas está bien hecho!


La crítica definió el debut de West como una continuación endurecida de Cream y su tema inicial se convirtió en todo un éxito a raíz de la actuación que tuvo el grupo en el festival de Woodstock de aquel mismo año.


Algunos encontraban en el trabajo reflejos de Hendrix, otros de Clapton, pero lo que era indiscutible era la personalidad que West desprendía tanto con su voz, como con su guitarra. Y me permito añadir, y esto ya a juicio personal, que junto con John Kay o John Fogerty, West se situaba como una de las voces más carismáticas de la escena rock de aquella época.


Y si no me creéis enchufar el disco, y en cuanto empiece a sonar Blood Of The Sun os daréis cuenta de lo que hablo. Impresionante torrente de voz la de este hombre. Toda una genialidad de canción y bombazo directo a convertirse en un clásico de clásicos.


Bajamos un poco el ritmo para que, casi como en un cuento, comience a llevarnos Pappalardi de la mano con su teclado por senderos más dulces, Long Red suaviza el camino trayendo consigo toda la esencia de los 60.


Mucho más guitarrera comienza Better Watch Out, West comienza a jugar tímidamente con su guitarra, pero no es hasta Blind Man cuando por fin deja bailar libremente sus dedos por el mástil de la Les Paul, soltándonos ese blues endurecido marca de la casa. Amantes de las 6 cuerdas, pónganse cómodos.


La guitarra es también la gran baza de Baby, I´m Down, que con su riff inicial y esos punteos con los que conversa Leslie a lo largo de toda la canción la convierten en uno de los puntos fuertes del disco.


Con Dreams Of Milk & Honey se asienta totalmente el estilo de West, los que conozcan la carrera del neoyorquino podrán saborear en ella un antepasado no muy lejano de las archiconocidas Never In My Life o Mississippi Queen.


Storyteller Man emplea la fórmula de Long Red, relajando al personal para acto seguido encontrarnos con la colosal This Wheel's On Fire, firmada por Bob Dylan pero dotada de la fuerza de los titánes gracias a la impresionante interpretación vocal y esa magistral pentatónica.


La psicodelia también se deja notar con Look To The Wind y Southbound Train muestra la parte más hardrockera del trabajo, convirtiéndola con ese hammond en la pieza más macarra del disco.


Because You Are My Friend cierra de manera emotiva un trabajo redondo, esta vez es solo Leslie y su guitarra los que se encargan de despedirse de nosotros, es de justicia, al fin y al cabo ésta es su historia.


Y así fue como con estas 11 canciones, comenzó a gestarse esta leyenda cuya excelsa discografía debería alimentar las estanterías de todos los eruditos del vintage que se precien de serlo. O dicho de otra forma, Leslie West, un indispensable en tu vida si te mueves por estos ambientes, así que si no lo conoces, ve poniéndote las pilas!


Información: El Portal del Metal/ YouTube.

Discografía
1969: Montaña 
1975: El Gran Fatsby 
1976: La banda de Leslie West 
1988: Tema 
1989: Alligator 
1989: Noche de la Guitarra-Live! 
1993: Live 
1994: Dodgin "la suciedad 
de 1999: Como Phat como se puede ser 
2003: Blues to Die Para 
2005: Guitarded 
2005: Got Blooze 
2006: Azul Me 
2011: Unusual Suspects







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