23/5/07

LOS SECRETOS (1ª parte)










LOS
SECRETOS sin imágenes.......casi.
Una de esas mágicas noches de concierto hablando con Raúl, casi sin conocer mis gustos musicales, va y me pide que escriba para su blog algo sobre Los Secretos (lo cual para mí supone toda una satisfacción). Lo primero que le dije fue: “tú no sabes lo que me estás pidiendo, deberías saber que es mi grupo favorito”, a lo que me contestó: “ya lo se” (algún día me explicarás porqué). Pero es que para mí Los Secretos es mucho más que eso, porque su música está tan ligada a mi vida desde hace tanto tiempo que es imposible hablar de ellos sin hablar de emociones, porque detrás de cada canción hay un recuerdo, un amigo, una lágrima, una sonrisa, una decepción, una chica. Por ello, en una segunda ocasión, volviendo sobre el tema, le dije a Raúl que me era imposible contar una pequeña historia de Los Secretos desde un punto de vista estrictamente musical, sino que tendría que escribir “mi historia” de Los Secretos, que es también la de mi vida, porque soy incapaz de separar ambas cosas (pero, que nadie se asuste, fundamentalmente hablaré de música, no voy a escribir mis memorias que todavía soy muy joven, pero con mis recuerdos como telón de fondo). En todo caso, para el que quiera documentarse a fondo sobre el grupo no puedo dejar de recomendar el libro de Miguel Ángel Bargueño “Enrique Urquijo – Adiós tristeza”, todo un tratado sobre el que es para mi gusto el mejor grupo de pop español de todos los tiempos.

Los comienzos del grupo (formado por los tres hermanos Urquijo: Enrique, bajo y voz; Álvaro, guitarra y voz; y Javier, guitarra; y Pedro Antonio Díaz, batería y voz) me pillaron algo pequeño, once añitos, aunque enseguida me llamaron la atención aquellas canciones que oía por la radio y que grababa en una cinta de esas vírgenes, fundamentalmente los tres singles del primer Lp del año 81 que llevó su mismo nombre (aunque en el año 80 habían sacado un Ep con los tres temas que cito a continuación, a los que se sumaba un cuarto “Loca por mí”), estos temas, por su orden de publicación, eran “Déjame”, “Ojos de perdida” y “Sobre un vidrio mojado”, sobre todo estas dos últimas (a la primera la he llegado a coger verdadera manía). También recuerdo perfectamente haber escuchado los dos primeros singles de su segundo disco del año 82 con el nombre de “Todo sigue igual”, el primero con igual título y también el segundo y último “Problemas”, me parecían buenísimos. Pero fue en 1983 cuando empieza mi verdadero idilio con Los Secretos. Una tarde de aburrimiento, oyendo la radio para variar, pincharon una canción del que había sido su tercer disco, publicado con el nombre de “Algo más” ese mismo año, y del que se habían extraído dos singles “No me imagino” y “Hoy no”, que ya conocía. La canción era precisamente “Algo más”, primer corte del Lp. Por aquella época comprar un disco era para mí algo inimaginable por su precio, tan solo tenía un original, un antiguo regalo de cumpleaños “Larga vida al rock´n´roll” de Barón Rojo, y no se que ataque me dio que le pedí a mi madre dinero para comprarme ese tercer disco de Los Secretos, y me debió ver tan emocionado que accedió a darme las 300 pesetas que costaba en El Corte Inglés. Esa misma tarde ya lo tenía en casa.

Por todo lo dicho, “Algo más” es para mí un disco especial, pero sobre todo porque lo he conside
rado durante muchos años, y todavía lo considero, el mejor Lp de Los Secretos, aunque curiosamente haya sido un disco denostado y olvidado por el propio grupo, salvo por un par de temas que siguieron tocando, los dos referidos singles. En mi opinión no tiene desperdicio, empezando por la portada, una auténtica maravilla (durante años en la carpeta de mi amigo Álvaro, de Los tres mosqueteros). Las diez canciones que contiene son imprescindibles y una delicia “pop” para el oído, las citaría todas, pero una debilidad para mí es “De vuelta” (“…vuelve a ser como antes, vuelve a soñar”). El peso de la composición lo llevó Enrique Urquijo, que escribió siete de los diez temas, uno a medias con el batería Pedro Antonio Díaz, “En el bar”, que también lo canta (sorprendentemente es la única composición de Pedro para este disco). Álvaro se descuelga con dos verdaderas perlas por él cantadas, “Tienes que cambiar” y “Perdida la ilusión”. La décima joya del disco, “Callejear”, es una canción de ese otro genio del pop, José Mª Granados. Las letras, al igual que en el disco precedente, son muy desesperanzadoras. Llama la atención los arreglos de teclado (Luís J. Serrano) que tienen todas las canciones, toda una novedad en sus discos (tan solo los habían introducido en dos canciones del segundo “Ahora que estoy peor” y “Trae en tu cara”). Es también una curiosidad del disco la inclusión de una versión instrumental de “No imagino”, que grabó el grupo “Foiegrass”, donde tocaba el que sería futuro guitarrista de Los Secretos, Ramón Arroyo. Al igual que los dos anteriores discos fue producido por Juan Luís Izaguirre.

Algún mes después, por puro azar, una tarde c
urioseando la sección de discos de Galerías Preciados en Goya con un antiguo compañero del colegio, en uno de esos montones de cintas de saldo, descubrí el segundo disco de Los Secretos “Todo sigue igual” (1982) al módico precio de 100 pesetas, todo lo que llevaba encima aquella tarde, no lo dude ni un instante, aunque no le hizo ni puñetera gracia al citado compañero que quería que nos lo gastásemos en “no se qué”. “Todo sigue igual” es otra de esas maravillas desconocidas del grupo. El mérito de este disco, al igual que el siguiente, ha de verse bajo el prisma de la obligación que tenía el grupo “por contrato” de escribir un disco por año. Se trata de un álbum de temas cortos, algunos muy enérgicos (muy en la línea del primer disco). También es curioso que tan solo una de las diez canciones tenga solo un compositor (“Problemas” de Álvaro Urquijo), dado que el resto está compuesto a medias por al menos dos autores, destacando especialmente el batería Pedro Antonio Díaz, que interviene en ocho de los diez temas, dado que el décimo “Ráfagas” es una versión de una canción del grupo “Bólidos”. También sobresale Pedro por cantar cuatro de los diez cortes del disco. Aunque hay muchas grandes canciones, me quedo, sin duda, con “Ahora que estoy peor”. Es un disco en el que la temática de las letras es especialmente oscura y dramática, predominando temas como la soledad, la incomprensión o la incertidumbre de vivir.

Qué lata no daría yo en el cole
gio con “Algo más” y “Todo sigue igual” de Los Secretos que rápidamente se convirtió en una de las bandas favoritas del grupo de compañeros. Los discos iban de un lado a otro para ser grabados por uno y por otro, y así acabaron claro, más trillados que el “Reckless” de Luís (el tercer mosquetero). Durante años se ha dado la paradoja que estos dos discos han estado totalmente descatalogados, convirtiéndose en genuinos incunables, hasta su reedición en CD en el año 2005.

Un fin de semana de 1984 me lancé con aquel compañero del colegio a la busca y captura del primer disco de Los Secretos, que él estaba empeñado
ahora en comprarse costase lo que costase. Miramos en todos los sitios conocidos, pero nada. Para entonces el grupo ya ni estaba de moda ni tenía éxito, y ya solo estaban disponibles, curiosamente, el segundo y el tercer disco. Afortunadamente en una tienda muy antigua de la calle Gran Vía lo encontramos en casete. Al abrirlo llamaba la atención, sobre todo por ser una cinta, una dedicatoria “A Canito”. Esta dedicatoria ya no estaba en la reedición que se hizo años más tarde. Poco se puede decir que no se haya dicho ya de este disco, es una auténtica obra maestra del pop español, tema tras tema, los doce (incluso “Déjame”), un auténtico canto al desamor. Compuesto mayoritariamente por Enrique Urquijo con la participación de Pedro Antonio Díaz (que canta como los ángeles hasta cinco canciones, joyas como “No supe qué decir”, “Niño mimado” o “Se fue como llego”) y Álvaro Urquijo (en tres temas “Qué puedo hacer yo”, “No supe qué decir” y “Fuertes emociones”). Tiene otras dos canciones de Canito (“Me aburro” y “Otra tarde”, ésta a medias con Enrique) y una versión “Sobre un vidrio mojado”. Es un disco con un ritmo brutal, el que le imprimía Pedro con su batería y las endiabladas guitarras de los hermanos Álvaro y Javier, que se puede calificar tranquilamente como “power pop”.

En esta primera época de Los Secretos, debido a mi corta edad, no asistí a ningún de sus conciertos, aunque sí pude escuchar uno retransmitido por la radio en el año 84, lo llegué incluso a grabar, aunque, desafortunadamente, se perdió.

Un día ese año, el 14 de mayo de 1984 para ser exactos, lo recuerdo como si fuera ayer, aquel
compañero de colegio me comentó al verle: “sabes que se ha muerto el batería de Los Secretos”, a lo que respondí: “claro, Canito, el batería que tenían cuando el grupo se llamaba todavía Tos”. Pero no. Entonces me dio ese recorte de El País que todavía conservo. El día 12 había muerto Pedro Antonio Díaz, esplendido batería y maravillosa voz de Los Secretos, pensé que el sueño había terminado.

Alejandro d
e la Cuadra

Otra tarde

Alguien como tú
No me imagino

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Grandes los secretos !!!
son mis idolos!!
Enrique Urquijo es mi idolo principalmente sus letras, nostalgicas, tristez, melancolicas, de fracaso... desde hace uno tiempo corto ke estoy escribiendo y todo creo ke por la misma razon de Enrique.. una mujer... asi es, ella ha sido y es la fuente de inspiracion, enrique quisiera preguntarle muchas cosas demasiadas, o ir a verlo en algun concierto ...pero ya no..
soy Johan's Creed de Monterrey Nuevo Leon, Mexico. saludos a todos mis mejores deseos para este blog esta buenisimo.

Anónimo dijo...

les dejo mi fotolog
tengo 19 años y me fascinan el grupo Los secretos, ENrique urquijo y los Problemas, y lo ke viene siendo la musica melancolica, triste, nostalgica, de fracasos, de algna chika ke se fue con otro tipo...
Deberian hacer un tema de EMO EN ESPAÑOL ...ENRIQUE URQUIJO seria uno de LOS MAXIMOS EXPONENETES.. eske hay puro EMO en ingles.. yo me considero EMO y ese seria mi grupo emo en español.
mi flog www.fotolog.com/johanz_creed y un saludo desde Monterrey, Mexico.

Unknown dijo...

Pedro fué un compañero de clase entrañable, mal estudiante que abandonó la carrera, pero que noa hizo inolvidables muchos ratos con su simpatía y alegría constante.
Con otro alcarreño entrañable Raul, tocaban muy bien en n grupito que se llamaba creo que escarcha, hacia el año 75.